Construyendo Terrorismo
Wilma Bermúdez
Será a caso que nuestro país presenta tan alta vulnerabilidad, que con tan sólo un par de latas de jugo y unas luces de color puede hacerse creer que se trata de un atentado terrorista –y es que la situación, hasta risa da.
Quien diría que un fanático religioso de nombre José Mar Flores Pereira, procedente de Bolivia y residente en México desde hace 17 años, tendría en vilo a las autoridades a primeras horas de la tarde del pasado miércoles, en un recorrido de Cancún al aeropuerto Internacional Benito Juárez.
Y tan sólo a dos días de la conmemoración de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, donde perecieron alrededor de 2 mil 973 personas después de que un grupo de islámicos secuestrarán cuatro aviones que fueron a estrellarse contra las Torres Gemelas de Nueva York, el Pentágono, en Washington; y un cuarto avión en Somerset, al este de Pittsburgh. Y es que ahora había que hacerla pero a la mexicana.
Pero esta vez, ¿con qué fines? En aquél entonces el derrumbe de las torres Gemelas trajo consigo la guerra en Afganistán e Irak y con esto la perdida de incontables vidas. ¿Esta vez se tratará de una acción que lleva consigo objetivos políticos? Bajo esta lógica, ¿qué sigue?
En nuestro país prolifera un régimen guiado por intereses, siendo así, ¿hablamos de un distractor? Quizá tenga algo que ver con la nueva implementación del Paquete Económico y es que así se nos ha acostumbrado, cada vez que la cosa se pone difícil algo sucede. Pero esta vez se requerirá más que un discurso para convencer. Pues finalmente bien diría nuestro profeta “viene un terremoto como nunca antes lo ha habido”, y esto refiriéndonos a la economía, y con ello a la inminente pobreza.
miércoles, 24 de marzo de 2010
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